El arte de la artesanía en Durca | Chocolate fino

Detrás de cada tableta Durca se encuentra la disciplina que transforma el cacao en un chocolate fino de calidad excepcional y carácter distintivo. Desde el cultivo hasta la presentación, cada paso sigue un propósito claro arraigado en los valores de Durca: respeto por la naturaleza, precisión en el proceso y orgullo por el origen.


1. Las manos

Las manos son las primeras artesanas del chocolate. Cada vaina de cacao se cosecha con cuchillos curvos que protegen el árbol y preservan su vitalidad. La madurez se determina por el color y el sonido, y el fruto se abre el mismo día para mantener su integridad natural.

Cada grano se evalúa visualmente, por su textura y aroma. Los lotes se registran y refinan con precisión. Este nivel de selección garantiza la trazabilidad y la consistencia en cada lote, preservando el carácter de cada terruño en su forma más pura.


2. El terruño

Desde los bosques brumosos de Mache Chindul hasta las laderas tropicales de Quinindé y la frondosa copa de los árboles de Napo, cada origen posee un equilibrio único de clima, flora y altitud. El artesano trabaja en armonía con la tierra, traduciendo cada contraste en el tono que define nuestro chocolate y la seña de identidad de la Maison.

Viaje a través de los terruños


3. Las herramientas

En el taller de Maison Durca, las herramientas son una muestra de la precisión artesanal y reflejan años de refinamiento. Las cajas de fermentación de madera permiten la circulación natural del aire, favoreciendo el desarrollo del sabor. Los refinadores de granito logran una textura uniforme gracias al movimiento y al tiempo. Los tostadores mantienen el equilibrio de temperatura mediante un ajuste preciso.


4. Las señales de maestría

Cada creación de Durca refleja una artesanía elaborada para estimular los sentidos.

Chasquido: un sonido nítido y limpio cuando se rompe la barra, señal de un templado correcto.

Brillo: un fino lustre con color uniforme, resultado de una cristalización perfecta.

Aroma: un aroma expresivo donde la fermentación y el tostado se encuentran en equilibrio.

Textura: una textura sedosa y uniforme que se funde en el paladar revela la precisión del conchado.

Sabor: un sabor puro y elegante que no presenta rastro alguno de tonos artificiales ni acidez indeseada.


5. La firma

Cada tableta de Durca guarda la huella de las manos que la elaboraron. El origen, el tiempo de fermentación, el método de secado y el tueste quedan registrados en el libro de bitácora del taller; cuando un lote alcanza la calidad exigida por la Maison, el artesano que lo supervisó firma el registro a mano. Esta es nuestra manera de garantizar la trazabilidad y honrar la dedicación que hay detrás de cada tableta.

© Durca Chocolate